Por qué leer?

En estos tiempos de "lo instántaneo", "lo efímero" y "lo aparentemente intrascendente" resulta, cuánto menos, imprescindible retornar a los clásicos. Y, así como desde siempre se afirma que la vida imita al arte en verdad la vida siempre ha superado a la ficción-arte. Pero, por suerte para nosotros, los humanos, todavía el arte es el "refugio de la vida", en tanto la lozanía que tanto el teatro, la música, la pintura y la literatura conservan aún, desde hace tantos siglos, resulta más que evidente revisando antiguas lecturas o viendo antiguas representaciones teatrales sin mencionar escuchando antiguas melodías. Se trata, por cierto, de obras que ya, hace mucho tiempo, han ingresado a la dimensión de la "inmortalidad".
Desde los trágicos griegos, exaltando y condenando a sus dioses y héroes, pasando por el inigualable Shakespeare y el gran Moliere hasta arribar a los grandes autores contemporáneos corresponde los revaloricemos en esta "qué tipo de modernidad?" (ya ni nombre tiene). Por ello, vale preguntarnos, este tiempo de no certezas, de caída de todos los paradigmas será la responsable de la absoluta carencia de originalidad, expresada en todas las disciplinas.
Los demonios y yo estamos muy tentados a considerar que se trata de un intento de anulación de la capacidad reflexiva así como la de la natural creatividad del humano por lo que se trata de "resistir" apelando a los ya probados modelos del arte.
Del incesto edípico y el filicidio de Ifigenia, quien fuera sacrificada por su propio padre, hasta el parricidio, la venganza y el adulterio (situaciones que parecieran tan contemporáneas cuando EXISTEN DESDE SIEMPRE)que recorren toda "La Orestíada" pasando por Antígona clamando para que los restos mortales de su hermano lograran la sepultura que se merecía, todas las cuestiones tan contemporáneas como la crueldad, la guerra y sus consecuentes "daños colaterales", entre tantas otras atrocidades, se han repetido siglo tras siglo sin ninguna transformación. Desde una otra vereda, vale recordar la frase de Marx: "La vida se repite primero como tragedia y después como comedia". por ello, desde la otra vereda, la de la comedia, se satirizan los vicios del Poder, las estafas de algún "creído dios abusador", las "tonterías del vulgo" (hoy gracias a los avances tecnológicos "televisadas"y difundidas planetariamente) y la tilinguería críptica y absurdadamente complicada (no compleja) ppara supuestamente ser comprendida por unos exlusivos miembros/ militantes de cada secta, encerrados en unas burbijas intelectualoides que, desde siempre los distanciaron del "populus" y de las verdaderas cuestiones cotidianas.
Así, el gran Aristófanes, monarca de la comedia griega, atrevida, y de lenguaje osado le debemos las gruesas pero más que efectivas pinceladas que caricaturizaron a Sócrates y aPlatón y a los generales deseosos de poder, a través de la permanente guerra en la que chocaban las mujeres "Asamblea de mujeres", con la demoledora lógica de Lisistrata, que en nombre de sus compañeras de género amenazaron a los hombres con: "O se termina la guerra o no hay más sexo para Uds, Sres!". Quién lo recuerda hoy?
Y, Shakespeare quien muchos años después casi disecó minuciosamente la ambición de poder ue envenenaba la mente de nobles y bastardos, por igual, y que no vacilaban en asesinar y destruir a todo aquél que osara interponerse entre ellos y el tan ansiado trono real, rebosante y burbujeante de sangre y aberraciones de todo tipo.. Desde el atormentado Hamlet, pasando por los ambiciosos Macbeth hasta el rey Lear, traicionado por sus hijas preferidas mientras la despreciada Cordelia, fue la única que lo acompañó en su destierro y que junto a su bufón lo acompañaron con bromas para ayudarlo a confrontar con la inextinguible estupidez humana.
Por todo esto y solo por ahora vale parafrasear a Einstein: "El Universo y la estupidez humana son infinitos aunque no estoy tan seguro del primero"
susjal y todos, cada vez más atónitos