El arte de "perder el tiempo"

Desde hace un tiempo no determinado por todos nosotros (los demonios y yo) leemos con demasiada (según nosotros, claro) frecuencia la palabra "procrastinación". Y lo más llamativo resulta que se trata de un término no solo difícil de pronunciar correctamente sino especialmente de dudosa comprensión. Como es muy utilizado por las jóvenes generaciones de periodistas y publicitarios consideramos necesario recurrir a su etimología. Proviene del griego: AKRASIA: el hacer algo en contra del propio buen juicio.
Se trata de un curioso término que designa a una capacidad humana de "dejar para mañana lo que se debería hacer hoy". Es una capacidad que resiste al viejo refrán de: "No dejes para mañana lo que debas hacer hoy". Extraño no?
Según las argumentaciones de una serie de académicos compiladas por Oxford University Press bajo el título de "The thief of Time" se trata de una tendencia conductual que genera cuestionamientos filosófico-psicológicos. Lo sorprendente de esta neo-tendencia, que se parece bastante a la "molicie", es que si bien el individuo posterga aquello que no tiene ganas de hacer, no por ello se instala en un estado de mayor felicidad sino todo lo contrario. porque no solo lo inquieta esta postergación de la tarea por realizar sino que no se permite disfrutar de aquellas otras actividades que reemplazarían a las debidas7relegadas.
el texto mencionado sostiene que existen dos tipos de Procrastinación: a) la genuinamente AKRATICA y b) la que alerta acerca de aquello que se supone es relegado pero carece de importancia.
Se tratará de un nuevo desafío de esta modernidad sin nombre o una neo7antigua denominación de la "más pura vagancia"?
susjal y todos, un poco indignados ante tanta procrastinación.